En Colombia, uno de los principales problemas que tienen los cultivadores de tomate, es el riego. Son sistemas manuales con apertura y cierre de válvulas que hacen los operadores a lo largo de todo el día, aumentando el costo en mano de obra y pérdida significativa de fuentes hídricas, ya que son técnicas que implican un riego al tanteo sin tener claro cuánto es la necesidad de agua que requiere la planta sin poder determinar si se está irrigando suficiente.