Preguntar por las ideas y posturas críticas del joven Gabriel García Márquez en
los años cuarenta, es detenerse a valorar la forma en que evolucionó la literatura
colombia-na y empezó a exhibir los atributos de un proceso afín a los diálogos
con la cultura moderna. Basado en fuentes perio-dísticas de época y en textos
ensayísticos de historiadores, críticos literarios, escritores y, en general,
estudiosos de la cultura colombiana del siglo XX, este libro pretende dilu-cidar
unos sentidos simbólicos y discursivos de la realidad histórica colombiana de la
primera mitad de ese periodo, con respecto a una tradición literaria breve, puesta
en entre-dicho por sus propios protagonistas. La ambición se hace alcanzable
cuando se acude a los textos y obras de quienes hicieron parte de un debate que
superó los años juveniles de García Márquez, sobre todo cuando su obra se
convirtió en referente obligado para comprender lo que había sucedido en la
literatura colombiana antes y después de que este se asumiera como escritor de
oficio, en un momento en que apostar por ese oficio no dejaba de ser la postura
excéntrica, y acaso insustancial, de un escritor nacido en la provincia.