La esterilización de animales domésticos se realiza por diferentes motivos. En
algunos casos, para lograr mansedumbre y facilitar el manejo, y en otros casos
para mejorar el marmoleo de la carne ya que animales castrados producen más
grasa que animales sin castrar. Existe una corriente beneficiosa a nivel mundial
con respecto al bienestar animal. Cada vez existe más presión para que los
animales que dan alimento a la humanidad no sufran de dolor.
Desafortunadamente, la técnica de castración se realiza más comúnmente sin el
uso de anestesia. La inmunocastración es una técnica que utiliza un antagonista
de la GnRH que bloquea la producción hormonal a nivel de las gónadas. La
especie donde se utiliza de forma rutinaria es la porcina. Se maneja un protocolo
de dos inyecciones donde la segunda se aplica de cuatro a cinco semanas antes
del sacrificio. Las otras especies también se pueden inmunocastrar, pero los
productos no se comercializan fácilmente y su uso en bovinos necesita más
estudios debido a ser un animal de ciclo largo. Se tuvo en cuenta solo
información del 2015 hasta la fecha.