La estabilidad de tensión permite mantener los niveles de voltaje en valores aceptables bajo operación normal del sistema y, en caso de presentarse una falla, poder controlarlo y devolverlo a un estado de operación aceptable.
Los sistemas de distribución, experimentan una curva de carga que es continuamente variable con el tiempo. En ciertas áreas del sistema en donde se presentan niveles de carga críticos, éste tiende a presentar colapso de tensión.
Para mejorar la estabilidad en estos sistemas, se propone realizar la reconfiguración de alimentadores primarios, la cual permite cambiar la topología de la red y alejarla del punto de inestabilidad de tensión.
Con el fin de optimizar este proceso, se decidió implementar un algoritmo genético CHU-BEASLEY evaluando distintos índices que permiten cuantificar la estabilidad de tensión y obtener topologías que aseguren el buen desempeño de la red.
Los índices de estabilidad estudiados ayudan a entender la operación del sistema de distribución, para que el operador de red verifique el estado de ésta y así garantizar que el suministro de energía llegue a todos los usuarios.