La falsificación de imágenes digitales, en la actualidad, es una tarea que se realiza con mucha facilidad debido al avance de la tecnológica y a la aparición de softwares como Photoshop y Corel Draw. Es común encontrar imágenes con alteraciones en el mundo de la moda y la farándula pero cuando se trata de procesos legales o noticias puede traer consecuencias negativas a los implicados. Existen diferentes métodos de falsificación de imágenes, uno de ellos es el remuestreo o resampling, el cual consiste en copiar y pegar una porción de la imagen en si misma y realizar una transformación geométrica como la rotación y/o escalado. El resampling introduce nuevos píxeles a partir de los existentes, por medio de una interpolación, este proceso crea una correlación con una forma especifica entre los píxeles y altera la estadística de la imagen, lo cual no ocurre de forma natural [1]. Una imagen puede contener remuestreo pero no necesariamente contiene una alteración maliciosa, ya que el simple hecho de ampliar o cambiar de tamaño la imagen introduce correlaciones. Las técnicas para detectar el remuestreo buscan la correlación entre píxeles y/o alteraciones en la estadística de la imagen. Los métodos consisten en un preprocesamiento, extracción de características y clasificación. En el preprocesamiento se encuentran cambios de escala para reducir la dimencionalidad de la imagen y el tiempo de computo.