Las ciudades no siempre han presentado problemas relacionados con la distribución de mercancías como: la congestión vial, la contaminación, el daño de las vías, las restricciones de movilidad e incluso peajes urbanos, entre otras medidas; pues anteriormente las urbes eran menos pobladas y no tenían la misma cantidad de vehículos como existen hoy en día (Antún, 2013); además, las dinámicas de compra eran diferentes. Las tiendas físicas están llegando a un punto de estancamiento en el que deben diversificar la forma de ofrecer sus productos para mantener su nivel de ventas. Ahora todo se quiere pedir online, a domicilio, personalizado, por medio de dispositivos móviles y en el menor tiempo posible. En otras palabras, la logística ya es un factor real de competitividad...