Propuesta de un modelo de entrenamiento de inteligencia emocional para el equipo directivo y comercial de Media Commerce Perú

Abstract

En este preciso instante estamos leyendo este documento, y no lo leemos como un scanner o fotocopiadora, así sin más y sin consciencia, en realidad lo leemos gracias a una emoción, una sensación que nos impulsa, una energía que nos mueve a hacerlo, que nos seduce e invita a tomar acción, puede ser la curiosidad, o una sensación de obligación, el anhelo de ayudar, de enseñar o incluso de aprender, es tan obvia la emoción, y a la vez tan invisible para muchos que pasa desapercibida, hasta llegar a desaparecer en la inconsciencia y el olvido. Solo es en los momentos cuando explota e inundan nuestra atención, que las recordamos y detectamos lo que sentimos y emocionamos, y por lo general después de haber cometido errores materializados con nuestra conducta, una reacción inmediata que cegó nuestra razón, nos decimos, ¿qué pasó?, porque actuamos así, ¿porque actuamos de manera reactiva? ¿o cómo podemos aprovechar mejor esto que sentimos?, seguiremos con la dualidad entre razón y emoción. (Zaccagnini, 2004) Y este reaccionar va a todas las áreas de nuestra vida, no solo camino a casa mientras conducimos un vehículo o cuando los hijos nos abrazan o desobedecen, sino sobre todo donde más tiempo pasamos despiertos durante el día, en nuestra oficina o entorno laboral, en ese lugar donde las responsabilidades, el orden, los resultados y las relaciones con personas diferentes a nosotros y a las cuales no siempre llevamos en nuestros afectos, es allí donde el mundo de las emociones, las conductas y las respuestas automáticas son más comunes, y por ende pueden generar ambientes aleatorios y entre ellos unos muy agradables o insoportables.

At this precise moment we are reading this document, and we do not read it like a scanner or photocopier, just like that and without awareness, in reality we read it thanks to an emotion, a sensation that drives us, an energy that moves us to do it, that seduces us and invites us to take action, it can be curiosity, or a sense of obligation, the desire to help, to teach or even to learn, the emotion is so obvious, and at the same time so invisible to many that it goes unnoticed, until disappear into unconsciousness and oblivion. It is only in the moments when they explode and flood our attention, that we remember them and detect what we feel and move, and usually after having made material errors with our behavior, an immediate reaction that blinded our reason, we say to ourselves, what happened? Why do we act like this, why do we act reactively? Or how can we take better advantage of what we feel? We will continue with the duality between reason and emotion. (Zaccagnini, 2004) And this reaction goes into all areas of our lives, not just on the way home while driving a car or when children hug or disobey us, but above all where we spend most of our time awake during the day, in our office or work environment, in that place where responsibilities, order, results and relationships with people different from us and whom we do not always carry in our affections, is where the world of emotions, behaviors and automatic responses are more common, and therefore therefore they can generate random environments and among them some very pleasant or unbearable.