Las competencias integradoras presentes en el desarrollo de la dimensión ciudadana de convivencia y paz
Las competencias integradoras presentes en el desarrollo de la dimensión ciudadana de convivencia y paz
Portada
Código QR
Autores
Director
Acosta Barajas, Yhon Jairo
Autor corporativo
Recolector de datos
Otros/Desconocido
Director audiovisual
Editor/Compilador
Editores
Pereira : Universidad Tecnológica de Pereira
Tipo de Material
Fecha
2016
Cita bibliográfica
Título de serie/ reporte/ volumen/ colección
Es Parte de
Resumen
Colombia es un Estado que desde su independencia se construyó desde la fragmentación, como una hacienda parcelada que se distribuía a cada quien. Allí no hubo organización alrededor de una estructura administrativa que respondiera a las particularidades del territorio y de la Nación; sino que, por el contrario, dominó una guerra partidista por el poder, que aumentaba las brechas y consolidaba el Estado dividido. Como resultado de este proceso, se fortaleció un Estado ineficiente e incapaz de administrar los caminos de la sociedad. Éste escenario de estancamiento y politización, se convirtió en la cuna de una cultura política caracterizada por la manipulación constante de la institucionalidad, bajo el paradigma de la lucha entre partidos. “Por mucho tiempo no se prestó atención a la inestabilidad producida por la violencia y las guerras civiles, ni a la dificultad para garantizar la sucesión de regímenes democráticos, dada la permanente tensión entre quienes pugnaban por acciones militares y quienes consideraban la urgencia de garantizar los procedimientos democráticos en el país. Esto impidió que desde los procesos de formación se tuvieran en cuenta los rasgos autoritarios y jerárquicos incorporados en la cultura colombiana, costumbres que se evidenciaban en las interacciones sociales de los diferentes ámbitos: la familia, la escuela, la política, el barrio, el trabajo, la función pública y la iglesia. Lo anterior implicó una escisión entre los contenidos formales e ideales con que se estructuraba los programas de educación cívica y participación democrática, y la realidad cotidiana marcada por la fuerza, la ilegalidad, la exclusión, el autoritarismo y la intolerancia”.