En la actualidad, el desarrollo de la sociedad está ligado a la demanda de energía. La industria, el comercio y las distintas actividades económicas y cotidianas de las personas dependen en gran parte del consumo de energía eléctrica. Por esto, la generación, transmisión y distribución de dicha energía es de enorme importancia para la sociedad actual. A partir del siglo XVIII la electricidad hace parte fundamental del desarrollo de la humanidad en el ámbito económico-industrial, haciéndose indispensable una estrategia para el transporte de esta más allá de los lugares donde se podía generar, en la cual las perdidas producto del efecto Joule fueran mínimas. Lo anterior dio origen a la construcción del transformador como dispositivo que permite convertir energía alterna a diversos niveles de tensión, es decir puede aumentar o disminuir un nivel de voltaje.